El vino no sólo se bebe.
De sobra es sabido que sus beneficios no alcanzan sólo al gusto... sino también al espíritu.
Sobre los casi infinitos valores del vino debieron pensar Matilde Cathiard y Bertrand Thomas, considerados los precursores de la vinoterapia, que nace de la fusión de las terapias alternativas y los beneficios terapéuticos del vino; y que se empezó a desarrollar a mediados de la década de los 90.
La vinoterapia consiste en una serie de tratamientos que utilizan distintos tipos de uvas, jugos de uvas antes de fermentar, residuos en la producción del vino, vinos y aceites derivados de la uva con fines terapéuticos y de belleza.
Nació en la región de Graves, cerca de la localidad francesa de Burdeos, donde se encuentran algunas de las bodegas y viñedos más antiguos de Europa. Desde ese rincón, los tratamientos para el cuerpo a base de vino se han extendido por todo el mundo.
El vino contiene antioxidantes, que tienen la propiedad de neutralizar los radicales libres, responsables de la oxidación de las células de la piel, que de esta forma envejece. Los efectos de la vinoterapia van más allá, ya que además de recuperar, tonificar e hidratar la piel, proporcionan una mayor consistencia a los músculos de los brazos y a todos los músculos en general.
Pero aunque la vinoterapia sea un invento reciente, el vino se ha usado por largo tiempo para curaciones y se dice que en tiempos del rey Louis XIV las mujeres lo usaban en mascarillas para tener la piel mas bonita.
Un buen tratamiento de vinoterapia comienza con una exfoliación completa para preparar la piel, eliminando pieles muertas y dilatando los poros para que cuando se realice el masaje y la envoltura, penetren mejor las propiedades del vino.
Pero ni todos los vinos saben igual, ni todos tienen las mismas propiedades para esta técnica relajante. Cada vino cumple su función, también en la vinoterapia:
El Lambrusco es rico en minerales, por lo que ayuda al mantenimiento de la piel.
El Sauvignon tiene propideades tranquilizantes, por lo que es usado habitualmente para dar masajes.
El Chianti es bueno también por sus propiedades relajantes.
El Cavernet o Merlot ayudan a eliminar las células muertas de la piel.
Y el Rioja es el ideal para tratamientos de salud y cosméticos.
Hace 1 hora
2 comentarios:
Nada mejor que un baño relajante en esencias de uva mientras disfrutas de una copa de tu vino preferido...... SUPONGO!!!!
jajaja, habrá que probarlo.
Si ya sabia yo que el vino es bueno para muchas cosas, y esta es un buen ejemplo aunque yo particularmente lo prefiero en una copa y degustarlo tranquilamente en el paladar, que en mascarilla, por muy bueno que sea para el cutis.
Quizás se ha encontrado la solución para los excedentes de vino, hay que reciclarse...
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