Algo así como un circuito underground de vino y comida, lejos del recorrido tradicional de los restaurantes más famosos de la Ciudad de la Luz que aparecen en toda buena guía que se precie.
Parece ser que estas catas se realizan en casas situadas en callejones o calles sin salida, y en apartamentos de edificios viejos, que cuanto más ocultos y oscuros, mejor.
...

Escondidos sí. Pero nada de clandestinos.
En esos domicilios particulares se ofrece una cocina exclusiva, con los sabores más característicos de los cinco continentes, y dirigida por chefs de altura, que siguen las tendencias más innovadoras; a las que acompañan con catas exclusivas o en maridajes asociados a los menús que preparan.
Nos cuentan que los creadores de estos sitios son buscadores de oportunidades o simplemente emprendedores con ansias de experiencias diferentes, cuyo objetivo es además el de hacer amigos. Y que como todo lo bueno, la mejor forma de darse a conocer es el boca a boca.
Ya hay quien prepara su viaje a París en torno a estos circuitos underground en torno al vino y la buena mesa. Y si en Francia están ya tan de moda, seguro que en breve tendremos circuitos parecidos en ciudades españolas.
Los esperamos... con mucho gusto.
3 comentarios:
La señora sale con su botella de vino...ummm¡ Me parece una acción para gente que le gusten las emociones fuertes, y, por supuesto, que más le guste comentarlas con los amigos.
Me parece una idea emprendedora y brillante que se sale de los estereotipos convencionales.
Lastima que no exista algo así por nuestro país, seguro que son experiencias divertidas y excitantes, además seguro que el trato es mucho más personalizado y más íntimo.
¡Buena Idea!
Me parece una idea emprendedora y brillante que se sale de los estereotipos convencionales.
Lastima que no exista algo así por nuestro país, seguro que son experiencias divertidas y excitantes, además seguro que el trato es mucho más personalizado y más íntimo.
¡Buena Idea!
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