Está claro. Las guías siempre nos recomiendan los maridajes perfectos.
Aperitivos:
Champagne o vinos espumosos.
Manzanilla o jerez fino seco.
Vinos blancos secos.
Vinos tintos jóvenes y afrutados.
Mariscos y crustáceos:
Vinos blancos secos.
Rosados secos.
Salmón ahumado:
Vinos blancos aromáticos y secos.
Jerez seco.
Pescado frito:
Vinos blancos y secos.
Rosados secos.
Tintos ligeros.
Carnes rojas a la parrilla:
Vinos tintos ligeros.
Vinos tintos con cuerpo.
Sin embargo, la experiencia demuestra que aunque esos sean los maridajes perfectos, no son los únicos. Muchas veces nos olvidamos de lo ideal y apostamos por nuestros gustos personales, que no siempre son los que aparecen en las guías.
¿Cuántas veces hemos comido pescado con vino tinto; o carne con vino blanco... simplemente porque no teníamos otro vino a mano; o quizá porque así lo hemos elegido, porque es lo que nos gusta?
Estamos seguros de que cada cual tiene su maridaje personal, que no tiene por qué ser el ideal.
¿Me permites que te pregunte... cuál es el tuyo?
Hace 2 horas
4 comentarios:
A mí me gusta comer con cava. Y no sólo con pescado. Lo tengo siempre sobre la mesa, incluso en el desayuno.
Tienes mucha razón. Muchas veces lo he pensado... sobre todo, cuando voy a cenar y solo tengo una botella en la despensa. Y veo que me cuadra bien, y que para muchos expertos sería casi un "delito".
Pero ya se sabe que en cuestion de gustos, no hay nada escrito.
El maridaje es la combinación perfecta de un vino con una comida, aunque hacer una buena elección es algo muy personal y va en el gusto de cada uno, para esto no hay leyes escritas.
La base de todo maridaje es que ninguno oculte el sabor del otro, es decir, ni la comida al vino, ni el vino a la comida. Un vino suave debe ir con una comida suave, y un vino fuerte debe acompañar una comida fuerte, debe existir equilibrio entre ambos. De todas formas no podemos mandar al paro a todos los sumilleres aunque vivan del cuento, tal y como está la cosa…
No hay duda que una botella de vino es el acompañante ideal en una conversación. En realidad cualquier vino es bueno si de alegrar se trata.
Hay que ser rompedor con el tema de los maridajes. Por cierto, me gusta más la palabra armonía, esto también es cuestión de gustos.
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